Las interacciones que realizan desde los primeros meses de vida van dándoles a conocer que
somos su familia y estamos para ellos. Van entendiendo el significado de una risa, el poder de la mirada y la emotividad de las cositas que les decimos.
Cuando vemos que no llegan esos momentos nos preocupamos. Empiezan las dudas sobre su
comunicación. O tal vez estas vengan más adelante, cuando ya tendría que decir alguna
palabra y no dice, cuando los sonidos parece que no salgan o lo hacen con mucha dificultad.
Desde la logopedia tenemos las herramientas para estas situaciones. Es una satisfacción poder
crear situaciones de interacción real y funcional. De poder crear imágenes que nos lleven a comunicarnos, de que aparezcan esas primeras vocalizaciones que se convertirán poco a poco en tiernas palabritas.
Que la integración sensorial y motora que consigan sus boquitas les permitan hablar, masticar
y deglutir sin dificultad.